lunes, 4 de febrero de 2008

"Alive"

Aquí estoy de nuevo…Fin de semana largo en Venezuela porque lunes y martes celebramos los carnavales y mientras la mayoría de la gente aprovecha para empatucarse con aceite de coco y sofreírse mientras intentan chapotear en las apretujadas playas, yo preferí quedarme, como de costumbre en estas temporadas, a disfrutar de la solitaria Caracas.


En esta oportunidad me quedé pensando, entre otras cosas, en el invierno. Sí, el temido invierno, el mismitico coco de las nieves, el terror de los inmigrantes del trópico…ese mismo!


En mi reciente viaje a Waterloo y Toronto tuve una experiencia que sin duda me enseñó lo primero que todos los que deseen sobrevivir a un invierno, deben saber: Hay que tener la ropa apropiada para no sentir el invierno en los huesos y tenemos que desprendernos de las costumbres del subdesarrollo. Les hecho el cuento para que entiendan esto mejor…


El día que me regresaba para Venezuela, le pregunté a mi hermano la manera más económica de llegar al aeropuerto y me sugirió tomar un servicio de autobuses expresos que pasan por los principales hoteles del Centro de Toronto con destino a los distintos terminales por sólo 16 dólares…Bingo! Claro, para llegar al hotel más cercano desde el apartamento de mi hermano, debía tomar un taxi ya que llevaba dos maletas y aunque era relativamente cerca, el día había amanecido con -12ºC ...coincidencialmente el más frío de los que había estado en ese viaje.


Se acercaba la hora…De acuerdo al brochure, los autobuses pasaban cada 30 minutos y yo, siempre acostumbrado a mi mundo caraqueño (ya saben…que si las colas, que si la impuntualidad, que si la revolución, yada yada yada) decidí llamar al taxi mucho antes de lo que un canadiense lo haría y pues, allí estaba yo…esperando al autobús, 20 minutos antes, con una simple chaqueta de pana, una franela, jeans, unos Converse y menos doce grados bajo cero! (ok ríanse, pero hey, recuerden que me regresaba a Venezuela)


Puedo recordar esos minutos como "horas" en las cuales pensé que se me iban a partir los dedos de los pies por el frío y para sobrevivir caminaba de un lado a otro mirando con arrechera a las ardillas que veía saltando tranquilazas por la calle. Descaradas! Es que cuando viva en Canadá juro que me compraré una chaqueta de piel de ardilla!


Finalmente llegó el autobús y apenas adentro, le di gracias al santo responsable por los dedos de los pies y me quité los zapatos para ver en que estado estaban. Afortunadamente aún los tenía en su lugar...sin duda conocieron la hipotermia, pero ahí estaban.


Este acto de supervivencia entonces me hizo aprender dos cosas: 1.- Canadá no es Venezuela, los autobuses tienen horarios que se respetan y las probabilidades de conseguir colas, buhoneros y caos en la ciudad que te impidan llegar a tu destino, son casi nulas por no decir inexistentes. 2.- Hay que estar muy bien equipados para el invierno por lo tanto no escatimaré en comprar una buena chaqueta (insisto en la piel de ardilla), gorro, bufanda, guantes, medias y botas (oh sí! unas bototas por favor)!


Como nada es casual, mientras escribía este post, me llegó un mail de un par de nuevos amigos, Carlos y Clara, una pareja de venezolanos que llevan dos años en Toronto y que recién comenzamos a conocernos gracias a este blog! Ilustrando su mail con una foto donde aparecen con un perfecto muñeco de nieve, los panas me cuentan que sus inviernos han sido más fáciles que explicarle a la gente las razones por las que dejaron el clima de Venezuela.


Como les dije a ellos, personalmente estoy claro del maravilloso clima atmosférico que tenemos por acá abajo, pero el clima social, económico y político de aquí, ni las ardillas lo aguantan.

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"Alive" (1993).- Una película de Estados Unidos que narra una de las historias más polémicas de supervivencia que comenzó cuando un avión que transportaba a un equipo de rugby uruguayo se estrelló en la Cordillera de los Andes en 1972. El film no es que sea una maravilla pero la historia no se olvida.

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5 comentarios:

RAINCOAT dijo...

hello! i'm back.
Estoy de acuerdo contigo, el clima de Venezuela es adorable pero puede cansar, sobre todo en días de abril donde el sol es inclemente, y lo que provoca es estar en una piscina! Por otra parte siempre he preferido el frío! porque siempre hay soluciones para apaciguarlo, por el contrario el calor es pegostoso y ni modo que andes desnudo por la calle asi que Canadá es un extremo Frío? Yes, it is, but it's a wonderful place!!! so come on! ENJOY

Eleazar 'Caps' Briceño dijo...

Hey Raincoat! Gracias again! That's the spirit! hehehehe

Send me an email to keep in touch: la.capsula@gmail.com

Jose!

Anónimo dijo...

Amo a las ARDILLAS...

Aqui no deja de nevar y de llover...Veo tan lejana esta primavera :(

Besos...

Eleazar 'Caps' Briceño dijo...

Ánimo Sweet!

Cada día falta menos! Si te sirve de algo, en Caracas se han registrado las temperaturas más bajas desde hace mucho tiempo... y ha hecho el frío parejo...por supuesto, nada comparado con "por allá", pero hey! ya estamos en febrero...ya viene la dulce primavera!

Saludos!

Luis! dijo...

Bueno, no te creas... que cuando caen nevadas como la de hoy la ciudad se vuelve un patuque (por no decir un peo)

Caracas se tranca porque no hay desagues, Toronto se tranca por la nevazón... Ya lo vivirás :-)